Cómo afecta un divorcio a sus impuestos: lo que debe saber

Descubra cómo un divorcio puede impactar sus impuestos, desde la presentación de su declaración hasta las deducciones y beneficios fiscales que puede aprovechar.


Estado civil: ¿Qué cambia después del divorcio?

El estado civil al 31 de diciembre determina cómo se debe presentar la declaración de impuestos. Si el divorcio se finaliza antes de esa fecha, se deberá declarar como "soltero" o "jefe de familia", dependiendo de la situación. En caso contrario, aún es posible presentar una declaración como "casado", ya sea de manera conjunta o separada.

Optar por una declaración conjunta puede reducir la carga fiscal si ambas partes están de acuerdo, aunque no siempre es posible. Este es un aspecto que debe discutirse y acordarse adecuadamente para evitar complicaciones.


¿Quién se queda con los beneficios de los hijos?

Solo uno de los padres puede reclamar a los hijos como dependientes en la declaración de impuestos. Generalmente, este derecho recae en el padre o madre que tiene la custodia física mayoritaria. Sin embargo, en muchos casos se acuerda turnarse año tras año, lo que permite que ambos padres se beneficien de los créditos fiscales.

Entre los beneficios que se pueden obtener al reclamar a los hijos como dependientes están el Crédito Tributario por Hijos y el Crédito por Cuidado de Hijos y Dependientes. Estos créditos pueden reducir significativamente la cantidad de impuestos a pagar.


Pensión alimenticia y manutención: ¿qué se puede deducir?

Antes de 2019, quien pagaba la pensión alimenticia podía deducirla en su declaración de impuestos, y quien la recibía debía declararla como ingreso. Sin embargo, para los acuerdos firmados después del 31 de diciembre de 2018, ya no es posible deducir ni gravar la pensión alimenticia. Este cambio puede tener un impacto considerable en las finanzas, por lo que es importante tenerlo en cuenta al acordar los términos del divorcio.

En cuanto a los pagos de manutención de los hijos, estos no son deducibles para quien los paga, ni se consideran ingreso imponible para quien los recibe. Este aspecto se mantiene sin cambios y debe ser contemplado en el presupuesto post-divorcio.


Dividiendo bienes: cuidado con los impuestos ocultos

La división de bienes es uno de los aspectos más complejos de un divorcio. En general, las transferencias de propiedades entre cónyuges no están sujetas a impuestos inmediatos durante el proceso de divorcio. Sin embargo, al vender ciertos bienes en el futuro, es posible que se enfrenten a impuestos sobre las ganancias de capital.

Por ejemplo, si uno de los cónyuges se queda con la casa y decide venderla después del divorcio, las reglas del IRS permiten excluir hasta $250,000 de las ganancias si se presenta como "soltero" ($500,000 para "casado"). Tras el divorcio, es probable que no se pueda acceder a la exclusión completa, lo que podría resultar en una obligación fiscal significativa al momento de vender la propiedad.


Planes de jubilación: cuidado con las penalizaciones

Los planes de jubilación también pueden estar sujetos a división en un divorcio. Es crucial manejar estas transferencias de manera adecuada para evitar problemas fiscales. Por ejemplo, la transferencia de fondos de un 401(k) o una cuenta IRA entre cónyuges puede hacerse sin que haya impuestos o penalizaciones, siempre y cuando se realice a través de una Orden de Relaciones Domésticas Cualificada (QDRO).

Si no se gestiona de la manera correcta, pueden surgir impuestos y multas del 10% por retiro anticipado. Este es un detalle que debe ser considerado cuidadosamente durante las negociaciones del divorcio para evitar sorpresas fiscales no deseadas.


Gastos legales: ¿hay algo deducible?

Los gastos legales relacionados con el divorcio, en general, no son deducibles en la declaración de impuestos. Sin embargo, si alguna parte de esos gastos está relacionada con la obtención de ingresos imponibles, como la pensión alimenticia, es posible que una porción sea deducible. Aunque estos casos son poco comunes, es algo que vale la pena revisar.


Nuevas deducciones: ¿qué hay de nuevo?

Después de un divorcio, es posible que se pueda calificar para nuevas deducciones. Por ejemplo, aquellos que califiquen como "jefe de familia" podrían obtener una deducción estándar más alta. Además, este estado civil permite acceder a créditos fiscales adicionales, como el Crédito por Ingreso del Trabajo (EITC).

Estos beneficios pueden ayudar a aliviar la carga fiscal después de un divorcio, por lo que es importante revisar la nueva situación financiera y aprovechar las deducciones que correspondan.


El consejo más importante: hable con un profesional

Finalmente, ante los numerosos cambios fiscales que trae consigo un divorcio, es altamente recomendable buscar el asesoramiento de un profesional. Un asesor fiscal o un abogado especializado en divorcios podrá brindar la orientación adecuada para tomar decisiones informadas y evitar errores costosos.


Un divorcio puede cambiar considerablemente la situación fiscal de una persona. Desde el estado civil hasta la custodia de los hijos, pasando por la pensión alimenticia y la división de bienes, cada aspecto tiene implicaciones fiscales. Con una buena planificación y la orientación adecuada, es posible gestionar estos cambios de manera eficiente y proteger las finanzas a largo plazo.